¿POR QUE NO LLENAR LA CASA DE FLORES?

Por qué no llenar la casa de flores?. Atraen las buenas vibraciones, limpian las estancias de energías estancadas o densas, siempre muestran su hermosura a los ojos de quien las observa y son una ofrenda al Universo y a nuestra divinidad interior.

Regalar una flor de toda la vida ha supuesto un acto de amor, aunque no hablemos de estar enamorados.

¿Has pensado alguna vez en abrazar desde el corazón?. No nos referimos a dar una palmadita amable en la espalda, o a un intento de acercarse al otro con timidez y en la distancia.

Abre tus brazos, muestra tu vulnerabilidad, siente cómo te late el corazón en el momento en que unes tu abrazo limpio, honesto y sincero al de la otra persona. Déjate estar por unos instantes, compartiendo la respiración y el calor de tu cuerpo en ese instante íntimo de confianza. Siente que con cada abrazo, estás compartiendo un acto de amor hacia ti y hacia la persona abrazada.

Canta, entona una melodía. Si consideras que tu voz no es la apropiada, no te preocupes, lo mejor que puede pasar es que llueva, y entonces el agua limpiará las calles y el aire sucio de la gran ciudad, o bañará los campos y traerá abundancia a la tierra sembrada con el fruto de tu trabajo.

Quien canta sus males espanta.

Recicla, limpia tus armarios, tus cajones, la nevera, despréndete de lo que ya no te sirva. Abre un espacio a lo nuevo y permite que se instale en tu vida amablemente. Abre puertas y ventanas, ventila tu casa y tus quehaceres contidianos.
Te notarás más ligero y con la sensación de que algo está cambiando. Y cada vez que te desprendas de aquello que ya no te sirve, hazlo siempre con una sonrisa, con un gesto amable dando las gracias por lo que fue y ya ha dejado de ser para ti en este momento.

Las cosas buenas de la vida, las más sencillas, son las que nos salen del corazón.

Si se te ocurre una, o dos, o cien cosas buenas para compartir, no lo dudes y hazlo.