A veces, necesitamos escuchar lo que significamos para alguien
Todo el mundo necesita una manifestación hablada de lo que significa para otra persona, pues también forma parte del lenguaje emocional. Saber lo que significamos para alguien no es ningún acto de debilidad. No buscamos sentirnos validados, lo que necesitamos únicamente es escuchar en voz alta lo que siente el corazón, vernos reconocidos y acariciados a través de las palabras, del tono y de una voz sincera.
A menudo, la persona que padece la hambruna de la caricia emocional, expresada a través de la palabra, está obligada a ser una traductora de gestos. Ahí donde leer el cariño a través de las miradas, la preferencia a través de las acciones, y la sinceridad a través de esas conductas cotidianas de un ser amado alexitímico que ni percibe ni expresa. Algo así, puede resultar sin duda agotador.
Sentir el amor, el cariño y el reconocimiento en cada átomo de nuestros sentidos, en cada vibración de nuestros latidos y en cada conexión de nuestras células cerebrales nos confiere equilibrio, bienestar, plenitud.
Comentarios
El problema, querida Chari, es que en un mundo dominado por la competitividad y la desconfianza derivada de esa competitividad, expresar los verdaderos sentimientos sí que es situarse en un punto de mayor vulnerabilidad, de mayor debilidad.
Para los entusiastas de la competitividad, del consumismo compulsivo, de la acumulación de propiedad y trofeos (aunque después no le sirvan para nada), la expresión natural y transparente de los sentimientos, especialmente el de amor, es un rasgo de debilidad, pues amar implica el deseo y la necesidad de vivir aquello que se ama, se cosa, persona o animal.
Los seres humanos tenemos la desgracia de ser demasiado temerosos y, en consecuencia, demasiado egoístas y posesivos. Por eso nos centramos mucho más en lo que no tenemos que en lo que tenemos. Te diría que, incluso, no sabemos disfrutar de lo que tenemos. Solemos despreciar lo que ya hemos "conquistado" y centrar nuestra actividad en buscar la forma de "conquistar" lo que no tenemos. Y añadiría que nos da un punto de morbo si eso que queremos "conquistar" es difícil de conseguir.
Recuerdo una frase que he repetido mucho desde hace ya 20 años (justo en este año). "La única batalla que merece ser iniciada es aquella que nos lleva a conquistar el corazón del ser humano que amamos". Y por extensión, de todo aquello que amamos. Y solo existe un arma: el amor. La única que funciona para este cometido.
Un enorme abrazo, querida amiga!!!
Gracias por tu forma de pensar y por compartirla.
Pero nosotros mismos solo debemos ser el inicio, la puerta. Si no integramos la vida y su complejidad, nos perdemos. Y la integración debe producirse con comprensión y amor. Eso no quiere decir que debemos aceptar todo tal y como es, especialmente si resta y oscurece, sino que es bueno que tengamos la mano tendida e invitar a la luz.
Si, como intuyo, todos formamos parte de una misma entidad, la individualidad en este mundo solo es un accidente i yb esoehusni, y es imposible desentendernos sin sufrir.
Gracias a tí,querida amiga, por tu saber, por compartir, por crear nuevas líneas de investigación, por explorar...